-Te olvidaste de los principios.
-¿Qué?.
-De los principios, de las cosas que estaban delante de todas las demás.¿No recuerdas que fue por eso que le hablaste?.
-Si, pero sigo sin entender que dices.
-Digo que dejes de cuestionarte, y leer libros en tu sillón amarillo, y salgas.
-¿A que?.
-A la calle, camines con la frente en alta. Y que sientas, que te importa un ovario, lo que lleguen a pensar sobre lo que ven, ¿y sabes porque?.
-¿Por qué?.
-Por que no te conocen…Solo tú debes hacerlo. Así que empieza, vamos…Empieza a salir, liberarte del dolor, de las molestas y sobre todo de la culpa.
-Tienes razón…Voy a ir.
-Bien, pero no te olvides de su regalo.
-¿Cómo olvidarlo?
Ya seria hora que todos empiecen a salir de su casa sin que les importe lo que los demás piensen,muy buena entrada.Besos.
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