El aire la asfixiaba...Así que no le quedo otra que asfixiarlo a el.

-Ando con unas ganas bastantes raras- confeso abriendo la boca para tomar exageradamente un trozo de aire y después mirar molesta al techo.
-¿Cuales?-pregunto la licenciada.
-Estoy…Estoy…Estoy-barbulló.-¿Como era la sensación?...Ah si…Cansada-comento.-Harta-gruño y saco su vista del techo y la puso en la doctora vestida de blanco.
-¿Y… por que?.-pregunto la doctora mientras en su cabeza se prendía una pequeña alarma ante la actitud de la paciente. Siempre solía reprimirse cualquier sentimiento demasiado fuerte.
-Harta…Es eso, ahorra exactamente olvide por que-dijo parándose y empezando a dar vueltas por la sala, sin pisar las líneas de las baldosas, bajando su actitud rebelde en su tono.
-Srta.Reyes- dijo la licenciada, que tenia un anotador en sus piernas.-Si no me dice que la molesta, no puedo saberlo.- le recordó.
-Claro que no puede…¡Si no lee mentes!-exclamo riéndose. Y volvió a sentarse enfrenté de la doctora; esa sintió que toda su piel se erizaba.
-Aunque…Si le soy sincera creo que se por que estoy molesta…Pero tengo que decirlo rápido o si no, se me puede olvidar. Sabe como resultan estas cosas.- comento imitando el tono de la doctora. Con una sonrisa picara en su rostro.
-Srta reyes…-dijo la doctora suspirando.-Creo que lo mejor será que hoy descanse.- al decir eso la licenciada, encendió la chispa.
-¡Hartaaa!-gruño de golpe.-No se valla doctora… ¡Que ni siquiera empecé!.Estoy harta; harta de análisis; hasta de medicamentos.-comento desatando el nudo que tenia hace tiempo en su garganta.- Estoy segura de que estoy más loca de lo que puedo por esas recetas. Estoy harta de etiquetas hacia mi, estoy harta de no poder ser quien soy, estoy harta de que la gente no piense antes de hablar…Estoy, estoy harta…ADEMAS!-grito molesta tirando la silla.-Estoy harta de que nadie pueda mostrarse como quiera por que siempre hay un idiota que va a cagarte tu vida. Estoy harta de que la gente no pueda vivir libremente, estoy harta de los limites sociales, estoy harta…Harta de que la evolución de nada nos halla servido. Harta de sentir que estoy perdida y que me asfixio las 24 horas del día. ¡H-A-R-TA! de las injusticias, de los falsos discursos políticos.- exploto.- Harta de las indiferencias, de las perdidas de tiempo, harta de que nadie haga nada para cambiar las cosas malas…Yo doctora estoy… estoy…- y en ese momento la paciente Reyes empezó a quedarse sin palabras.-Oh… creo que lo olvide.-concluyo mientras su respiración volvía a su modo, irónicamente, normal.
La licenciada se quedo blanca como una hoja. Y pensó que tenía suerte la Srta.Reyes. Ella estaba loca; por lo tanto no podía darse cuenta de que tan difícil eran los cambios. No podía entender lo lejos que estaban sus sueños… Así que por primera vez desde que la conoció; la licenciada sintió envidia por la paciente.



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pd: amo flashearla.